¿Cómo hacer hachís usando un «hash maker»?

¿Te gusta la explosión de tricomas? Aprende cómo hacer hachís usando un ‘hash maker’.

Un ‘hash maker’ o hacedor de hachís es un instrumento que no debería faltar en casa de cualquier cultivador.

Se trata de artilugio para la extracción de los tricomas de cannabis tan simple como eficaz.

Y además económico.

Básicamente es un segmento de tubo de PVC con una fina malla en su interior que lo divide en dos zonas independientes.

Cada uno de sus extremos lleva una tapa.

Uno de ellos generalmente es roscado mientras que el otro lleva una tapa de plástico blanco que entra a presión.

Hacerlo en casa es muy sencillo, aunque por lo que te gastarás en materiales y el tiempo invertido, el mercado nos ofrece este pequeño accesorio en precios que pueden rondar los 10 o 15 euros.

Existen diferentes tamaños y fabricantes, aunque el concepto siempre es el mismo. Y realmente conseguiremos amortizar en muy poco tiempo tan pequeña inversión.

Su funcionamiento es tan simple como intuitivo.

En una sección introducimos cogollos de cannabis, y al cerrar y agitar el tubo, los tricomas se irán desprendiendo y cayendo en la otra sección del tubo.

Al cabo de uno segundos y dependiendo de la cantidad de tricomas de la hierba, obtendremos una buena cantidad de polvillo dorado que podremos trabajar y prensar hasta que adquiera el típico aspecto de hash.

Hay una serie de cuestiones técnicas que teniendo en cuenta podremos sacarle un excelente partido usando un hash maker.

En primer lugar, lógicamente es el material que usemos.

Con cogollos conseguiremos siempre un resultado excelente, mientras que con restos de la cosecha el resultado puede ser muy variable.

Siempre conviene conservar los restos de manicura o pequeños cogollos de las zonas inferiores de la planta.

Ya que en ocasiones tienen una gran cantidad de tricomas, algo fundamental para hacer hachís de buena calidad.

ENDURECER LOS TRICOMAS PARA HACER HACHÍS

La hierba conviene previamente meterla en una bolsa plástica dentro del congelador.

Unas dos horas será suficiente para que los tricomas se endurezcan y se desprendan con más facilidad al agitarlos dentro del hash maker.

También facilitará la extracción si introducimos unas dos o tres pequeñas monedas de uno, dos o cinco céntimos.

Ayudarán a que, al agitar, la hierba congelada se deshaga con más facilidad.

Los tricomas interiores caerán en la zona inferior.

Si la primera extracción las hacemos con movimientos muy suaves, tan sólo conseguiremos que se desprendan los tricomas exteriores.

Éstos son los más grandes y de más calidad.

A medida que agitamos más fuerte, se iremos recogiendo los tricomas cada vez de menor calidad.

Llegará un momento, en que la hierba se convierta en un polvillo fino que no interesa que se cuele por la malla y se mezcle con los tricomas.

Para ello, siempre es mejor ir recogiendo el hachís resultante en diferentes calidades para nuestro mayor disfrute.

Contaremos con un hachís de primera, varias calidades intermedias, y finalmente un hachís bastante flojo debido a la cantidad de materia vegetal.

Finalmente, tan sólo debemos trabajar el hash con las manos, aglutinando los tricomas en una masa gomosa que se ablandará simplemente con el calor de las manos.

OTRA FORMA DE HACER HACHÍS

Hacer hachís con un pañuelo de seda es una técnica milenaria para la extracción de los cannabinoides.

En particular en Marruecos, sigue siendo la técnica más usada.

Es que de allí son los productores de Ketama, los cuáles, se valen de un aro metálico o de madera, en el que sujetan un fino tamiz o paño de seda bien tenso.

Sobre él ponen los cogollos, y los cubren con un plástico.

Al golpearlos con palos, además de desprender las glándulas de resina de los cogollos, producen un sonido como de un tambor.

Sí, son los famosos “tambores de Ketama”.

Para hacerlo en casa es importante seleccionar una buena seda, que usaremos para separar los tricomas de la materia vegetal.

Las fibras de la seda tienden a no ceder y es un material al que no se adhieren fácilmente los tricomas.

Un buen pañuelo de seda llega a ser muy caro pero existen variantes de todo tipo.

También necesitaremos un recipiente preferiblemente circular y de unos 20 centímetros de diámetro.

Si es de silicona de grado alimentario como algún tipo de molde, será mucho mejor. Sino al menos que sea de plástico.

Sobre el recipiente, debemos poner el pañuelo sujetándolo en los bordes con algún cordel o goma elástica.

Es importante que quede lo más tenso que se pueda y que no ceda al hacer un poco de presión con la mano.

Además también tendremos que tener un plástico grueso, no queremos que algún tallito de algún cogollo lo agujeree al mínimo contacto.

Alguna bolsa cortada a la mitad, o incluso entera y que sean dos capas de plástico las que protejan de los golpes que daremos.

Y para terminar, un par de palos, más bien delgados y ligeros. Un estilo a las baquetas de un tambor.

Es importante triturar primero lo cogollos, y meterlos en el congelador en una bolsa durante 30-60 minutos.

Esto permite que los tricomas se endurezcan y se desprendan con mayor facilidad.

Coloca los cogollos triturados sobre el pañuelo de seda (montado ya sobre el recipiente como hemos explicado), y con cuidado coloca el plástico del mismo que el pañuelo, fijándolo bien al borde del recipiente con un cordel o goma.

Con los dos palos, comienza a golpear ligeramente la hierba para que los tricomas comiencen a desprenderse de la materia vegetal y colándose a través del pañuelo de seda hasta el fondo del recipiente.

Cuanto más tiempo golpeemos, más cantidad de tricomas obtendremos.

Pero llegará un punto en que la materia vegetal sea un polvillo fino que también se colará a través del pañuelo y eso no nos interesa.

Podemos hacer un hachís de una sola calidad, golpeando la hierba hasta que veamos que comienza a colarse materia vegetal por el pañuelo, o ir separando calidades.

Si comienzas muy suavemente y recoges la primera resina que caiga en el recipiente, obtendrás un hachís de primera calidad, con las glándulas más grandes y exteriores.

Para terminar sólo tienes que retirar el plástico, la hierba y el pañuelo con cuidado para ver en el fondo del recipiente una buena cantidad de polvillo dorado.

Recógela y amásala con los dedos hasta conseguir tu objetivo.

Ahora que ya sabes cómo hacer hachís usando un hash maker, o apenas un pañuelo, no dejes de aventurarte en un mundo por demás fascinante.

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