El cannabis se puede consumir de diversas maneras, cada una con su propio conjunto de ventajas y desventajas. Desde fumar y vaporizar hasta ingerir comestibles, las opciones son cada vez más variadas. Un método que ha ganado popularidad en años recientes son los conos de liar, una forma rápida y sencilla de fumar cannabis. En este artículo, exploraremos las diferentes maneras de consumir cannabis, incluidos los conos de liar, pipas y bongs.
Fumar
Fumar cannabis es quizás la forma más tradicional y conocida de consumo. Hay diversas maneras de fumar cannabis, cada una con sus propias particularidades.
Porros y cogollos
Fumar un porro o un cogollo implica la combustión directa del cannabis, lo que permite una rápida absorción del THC. Sin embargo, este método puede ser perjudicial para los pulmones y el sistema respiratorio.
Conos de liar
Los conos de liar son básicamente papeles de fumar que ya vienen enrollados y a menudo incluyen un filtro. Son ideales para aquellos que no están familiarizados con el arte de enrollar un porro. Basta con llenar el cono con cannabis triturado y ya está listo para fumar.
Pipas
Fumar cannabis en una pipa es otro método popular. Las pipas son generalmente más fáciles de utilizar que enrollar un porro y son reutilizables. No obstante, al igual que con los porros, fumar en pipa implica la combustión del cannabis, lo cual puede ser perjudicial para los pulmones.
Un bong es un tipo de pipa de agua que se utiliza para fumar cannabis. Ofrece una experiencia de fumado más suave, ya que el agua filtra algunas de las impurezas. Los bongs pueden variar en complejidad y tamaño, desde pequeños dispositivos de mano hasta grandes piezas de vidrio decoradas.
Vaporizar
Los vaporizadores han emergido como una alternativa moderna y considerada más saludable a los métodos tradicionales de fumar cannabis. Estos dispositivos calientan el cannabis hasta un punto en que los cannabinoides y otros compuestos activos se evaporan, pero sin llegar al punto de combustión. Este proceso elimina muchas de las sustancias tóxicas que normalmente se inhalan al fumar.
Existen diferentes tipos de vaporizadores en el mercado, desde modelos de escritorio más grandes y potentes hasta versiones portátiles que caben fácilmente en tu bolsillo. Algunos vaporizadores están diseñados para usarse con flores de cannabis, mientras que otros son compatibles con concentrados como ceras y aceites.
Comestibles
Los comestibles de cannabis, como brownies o gominolas, ofrecen una manera discreta de consumir. Los efectos tardan más en manifestarse y pueden ser más intensos, lo que hace que la dosificación sea más complicada.
Aceites y tinturas
Estos productos se pueden consumir directamente o añadirse a alimentos y bebidas. Ofrecen una forma de dosificación precisa, aunque los efectos tardan más en manifestarse.
Las cremas y ungüentos de cannabis se pueden aplicar directamente sobre la piel para aliviar diversas dolencias. Estos productos no tienen efectos psicoactivos.
Conclusión
Desde los métodos tradicionales como los porros y los cogollos hasta opciones más modernas como los conos de liar, pipas y bongs, hay múltiples maneras de consumir cannabis. Es crucial informarse bien y seguir prácticas seguras para garantizar una experiencia positiva.
Aunque el humo de cannabis y el humo de tabaco tienen composiciones químicas distintas, cualquier humo puede tener consecuencias para la salud
El consumo de cannabis y tabaco es común en muchas partes del mundo, pero es importante comprender las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco. Estos dos tipos de humo tienen composiciones químicas distintas y pueden tener efectos diferentes en la salud.
Además, su consumo lleva consigo diferentes riesgos y puede tener un impacto social y legal variable. Os contamos las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco, analizando su composición química, los efectos en la salud, los riesgos asociados, el impacto social y legal, así como las alternativas disponibles para aquellos que deseen evitar el consumo de humo en general.
Introducción al humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis es el resultado de quemar y inhalar la planta de cannabis, también conocida como marihuana. Es utilizado principalmente con fines recreativos y medicinales debido a sus efectos psicoactivos.
El humo de tabaco se produce al quemar y fumar productos derivados del tabaco, como cigarrillos, puros o pipas. El consumo de tabaco es común para satisfacer la adicción a la nicotina y se ha asociado con diversos problemas de salud.
Es fundamental comprender las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco, ya que ambos pueden tener efectos nocivos en la salud y la sociedad. Comprender estas diferencias nos permite tomar decisiones informadas sobre el consumo y minimizar los riesgos asociados.
Composición química del humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis contiene cientos de compuestos químicos, siendo el más conocido el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), responsable de los efectos psicoactivos. También contiene otros cannabinoides, terpenos y compuestos orgánicos volátiles.
El humo de tabaco contiene más de 7,000 sustancias químicas, incluyendo nicotina, alquitrán, monóxido de carbono, cianuro, amoníaco y otras toxinas. Estos componentes son los principales culpables de los efectos dañinos para la salud.
A diferencia del humo de tabaco, el humo de cannabis contiene menos sustancias químicas tóxicas y no contiene nicotina. Sin embargo, ambos humos pueden tener efectos perjudiciales en el cuerpo, por lo que es importante tener en cuenta la cantidad y la forma de consumo.
Macfoto
Efectos en la salud del humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis puede tener efectos a corto plazo, como aumento del ritmo cardíaco, sequedad de boca, enrojecimiento de los ojos y disminución de la memoria a corto plazo. A largo plazo, el consumo crónico de cannabis puede afectar la función pulmonar y el rendimiento cognitivo.
El humo de tabaco está directamente relacionado con enfermedades graves como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y disminución de la fertilidad. Además, la exposición al humo de segunda mano también es perjudicial para la salud.
Comparación de los efectos en la salud
Aunque ambos humos pueden tener efectos negativos en la salud, el humo de tabaco ha sido ampliamente estudiado y se considera mucho más perjudicial que el humo de cannabis. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo o irresponsable de cannabis también puede tener consecuencias negativas.
Comparación de los riesgos asociados con el consumo de cannabis y tabaco
El consumo de humo de cannabis puede llevar a problemas como la adicción, el deterioro de la salud mental, el bajo rendimiento académico y la disminución de la motivación. También existe un riesgo de consumo excesivo, especialmente en personas jóvenes.
El consumo de humo de tabaco está asociado con una serie de riesgos graves para la salud, incluyendo cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias y una mayor mortalidad en general. Además, fumar tabaco también tiene un impacto negativo en las finanzas personales debido al costo continuo.
Un cigarro de tabaco encendido
Diferencias en los riesgos para la salud
Aunque ambos consumos conllevan riesgos para la salud, el consumo de humo de tabaco se considera mucho más perjudicial en comparación con el humo de cannabis. Sin embargo, es importante destacar que hay diferentes formas de consumir cannabis, como la vaporización o los comestibles, que pueden reducir algunos de los riesgos asociados con fumar.
En cualquier caso, siempre es recomendable evitar el consumo de tabaco y fomentar el uso responsable y moderado del cannabis.
Impacto social y legal del humo de cannabis y de tabaco
Ah, el gran debate sobre el consumo de cannabis. No es ningún secreto que las opiniones varían cuando se trata de esta planta verde. Algunas personas ven el cannabis como una sustancia recreativa inofensiva, mientras que otras todavía lo asocian con el tabú y el estigma del pasado.
El impacto social del humo del cannabis depende en gran medida de las normas culturales y las creencias personales. Sin embargo, a medida que evolucionan las leyes sobre la marihuana, más comunidades adoptan sus propiedades medicinales y reconocen sus posibles beneficios económicos.
Ah, fumar tabaco. Es como una reliquia de una época pasada, un hábito que muchos de nosotros estamos ansiosos por dejar o ya hemos dejado. La opinión de la sociedad sobre el humo del tabaco ha cambiado drásticamente a lo largo de los años.
Una vez considerada una actividad normal e incluso glamorosa el fumar tabaco, ahora se ha convertido en algo que la mayoría de la gente desaprueba. El impacto social del humo del tabaco es en gran medida negativo, con el olor, los riesgos para la salud y el daño ambiental que trae consigo. Los fumadores a menudo son excluidos de los espacios públicos, obligados a amontonarse en áreas designadas como parias de la era moderna.
Marco Legal y Regulaciones
La ley: mediadora siempre presente de nuestras acciones y elecciones. Cuando se trata de cannabis y tabaco, los panoramas legales son bastante diferentes. Si bien la legalidad del cannabis varía de un país a otro e incluso de un estado a otro dentro de algunos países, el tabaco generalmente tiene una aceptación más amplia.
Muchos países regulan fuertemente la venta y distribución de ambas sustancias, pero el tabaco tiene una historia más larga y un marco legal más establecido. La aceptación cada vez mayor del cannabis en muchos lugares ha llevado a regulaciones cambiantes, con algunas jurisdicciones legalizando su uso recreativo y medicinal, mientras que otras lo controlan estrictamente.
Alternativas a fumar cannabis y tabaco
Alternativas a la inhalación de cannabis
Entonces, ¿disfrutas de los beneficios del cannabis, pero no te apetece la idea de inhalar humo en tus pulmones? Bueno, ¡no temas! Hay alternativas disponibles para usted. Los comestibles, como los brownies o las gomitas, ofrecen una forma deliciosa y discreta de consumir cannabis.
Alternativamente, las tinturas y aceites pueden ingerirse directamente o agregarse a alimentos y bebidas. Para aquellos que todavía disfrutan del acto de fumar sin humo, los vaporizadores ofrecen una experiencia más suave y potencialmente menos dañina.
Alternativas a la inhalación de tabaco
Ah, la temida adicción al tabaco. Si está buscando liberarse de las garras del humo del tabaco, existen alternativas para usted. Las terapias de reemplazo de nicotina, como chicles, parches y pastillas, pueden ayudar a satisfacer esos antojos sin el dañino humo.
Para aquellos que todavía disfrutan del ritual de fumar, los cigarrillos electrónicos o los cigarrillos electrónicos ofrecen una opción menos dañina al calentar un líquido y producir un vapor para inhalar. ¡Solo recuerda, se trata de encontrar lo que funcione mejor para ti y tu viaje hacia una vida libre de humo!
En conclusión, es fundamental reconocer las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco. Si bien ambos tienen efectos en la salud y presentan riesgos, sus composiciones químicas y los impactos sociales y legales asociados varían significativamente.
Un vaporizador como alternativa al humo
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las diferencias principales entre el humo de cannabis y el humo de tabaco?
La principal diferencia entre el humo de cannabis y el humo de tabaco radica en su composición química. Mientras que el humo de cannabis contiene cannabinoides, como el THC, el humo de tabaco contiene nicotina y una amplia gama de sustancias tóxicas y carcinógenas adicionales.
¿Cuáles son los efectos en la salud del humo de cannabis y el humo de tabaco?
Los efectos en la salud del humo de cannabis y el humo de tabaco pueden variar. El consumo de humo de cannabis puede tener efectos psicoactivos, afectar la memoria y la cognición, y potencialmente aumentar el riesgo de problemas respiratorios a largo plazo. Por otro lado, el humo de tabaco está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
¿Cuáles son algunas alternativas al consumo de humo de cannabis y tabaco?
Existen alternativas al consumo de humo de cannabis y tabaco. Algunas opciones incluyen el uso de vaporizadores, comestibles de cannabis, aceites y tinturas, así como el uso de productos de terapia de reemplazo de nicotina para aquellos que buscan dejar de fumar tabaco. Estas alternativas pueden reducir los riesgos asociados con el consumo de humo y ofrecer opciones más seguras y saludables.
Aunque el humo de cannabis y el humo de tabaco tienen composiciones químicas distintas, cualquier humo puede tener consecuencias para la salud
El consumo de cannabis y tabaco es común en muchas partes del mundo, pero es importante comprender las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco. Estos dos tipos de humo tienen composiciones químicas distintas y pueden tener efectos diferentes en la salud.
Además, su consumo lleva consigo diferentes riesgos y puede tener un impacto social y legal variable. Os contamos las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco, analizando su composición química, los efectos en la salud, los riesgos asociados, el impacto social y legal, así como las alternativas disponibles para aquellos que deseen evitar el consumo de humo en general.
Introducción al humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis es el resultado de quemar y inhalar la planta de cannabis, también conocida como marihuana. Es utilizado principalmente con fines recreativos y medicinales debido a sus efectos psicoactivos.
El humo de tabaco se produce al quemar y fumar productos derivados del tabaco, como cigarrillos, puros o pipas. El consumo de tabaco es común para satisfacer la adicción a la nicotina y se ha asociado con diversos problemas de salud.
Es fundamental comprender las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco, ya que ambos pueden tener efectos nocivos en la salud y la sociedad. Comprender estas diferencias nos permite tomar decisiones informadas sobre el consumo y minimizar los riesgos asociados.
Composición química del humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis contiene cientos de compuestos químicos, siendo el más conocido el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), responsable de los efectos psicoactivos. También contiene otros cannabinoides, terpenos y compuestos orgánicos volátiles.
El humo de tabaco contiene más de 7,000 sustancias químicas, incluyendo nicotina, alquitrán, monóxido de carbono, cianuro, amoníaco y otras toxinas. Estos componentes son los principales culpables de los efectos dañinos para la salud.
A diferencia del humo de tabaco, el humo de cannabis contiene menos sustancias químicas tóxicas y no contiene nicotina. Sin embargo, ambos humos pueden tener efectos perjudiciales en el cuerpo, por lo que es importante tener en cuenta la cantidad y la forma de consumo.
Efectos en la salud del humo de cannabis y humo de tabaco
El humo de cannabis puede tener efectos a corto plazo, como aumento del ritmo cardíaco, sequedad de boca, enrojecimiento de los ojos y disminución de la memoria a corto plazo. A largo plazo, el consumo crónico de cannabis puede afectar la función pulmonar y el rendimiento cognitivo.
El humo de tabaco está directamente relacionado con enfermedades graves como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y disminución de la fertilidad. Además, la exposición al humo de segunda mano también es perjudicial para la salud.
Comparación de los efectos en la salud
Aunque ambos humos pueden tener efectos negativos en la salud, el humo de tabaco ha sido ampliamente estudiado y se considera mucho más perjudicial que el humo de cannabis. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo o irresponsable de cannabis también puede tener consecuencias negativas.
Comparación de los riesgos asociados con el consumo de cannabis y tabaco
El consumo de humo de cannabis puede llevar a problemas como la adicción, el deterioro de la salud mental, el bajo rendimiento académico y la disminución de la motivación. También existe un riesgo de consumo excesivo, especialmente en personas jóvenes.
El consumo de humo de tabaco está asociado con una serie de riesgos graves para la salud, incluyendo cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedades respiratorias y una mayor mortalidad en general. Además, fumar tabaco también tiene un impacto negativo en las finanzas personales debido al costo continuo.
Diferencias en los riesgos para la salud
Aunque ambos consumos conllevan riesgos para la salud, el consumo de humo de tabaco se considera mucho más perjudicial en comparación con el humo de cannabis. Sin embargo, es importante destacar que hay diferentes formas de consumir cannabis, como la vaporización o los comestibles, que pueden reducir algunos de los riesgos asociados con fumar.
En cualquier caso, siempre es recomendable evitar el consumo de tabaco y fomentar el uso responsable y moderado del cannabis.
Impacto social y legal del humo de cannabis y de tabaco
Ah, el gran debate sobre el consumo de cannabis. No es ningún secreto que las opiniones varían cuando se trata de esta planta verde. Algunas personas ven el cannabis como una sustancia recreativa inofensiva, mientras que otras todavía lo asocian con el tabú y el estigma del pasado.
El impacto social del humo del cannabis depende en gran medida de las normas culturales y las creencias personales. Sin embargo, a medida que evolucionan las leyes sobre la marihuana, más comunidades adoptan sus propiedades medicinales y reconocen sus posibles beneficios económicos.
Ah, fumar tabaco. Es como una reliquia de una época pasada, un hábito que muchos de nosotros estamos ansiosos por dejar o ya hemos dejado. La opinión de la sociedad sobre el humo del tabaco ha cambiado drásticamente a lo largo de los años.
Una vez considerada una actividad normal e incluso glamorosa el fumar tabaco, ahora se ha convertido en algo que la mayoría de la gente desaprueba. El impacto social del humo del tabaco es en gran medida negativo, con el olor, los riesgos para la salud y el daño ambiental que trae consigo. Los fumadores a menudo son excluidos de los espacios públicos, obligados a amontonarse en áreas designadas como parias de la era moderna.
Marco Legal y Regulaciones
La ley: mediadora siempre presente de nuestras acciones y elecciones. Cuando se trata de cannabis y tabaco, los panoramas legales son bastante diferentes. Si bien la legalidad del cannabis varía de un país a otro e incluso de un estado a otro dentro de algunos países, el tabaco generalmente tiene una aceptación más amplia.
Muchos países regulan fuertemente la venta y distribución de ambas sustancias, pero el tabaco tiene una historia más larga y un marco legal más establecido. La aceptación cada vez mayor del cannabis en muchos lugares ha llevado a regulaciones cambiantes, con algunas jurisdicciones legalizando su uso recreativo y medicinal, mientras que otras lo controlan estrictamente.
Alternativas a fumar cannabis y tabaco
Alternativas a la inhalación de cannabis
Entonces, ¿disfrutas de los beneficios del cannabis, pero no te apetece la idea de inhalar humo en tus pulmones? Bueno, ¡no temas! Hay alternativas disponibles para usted. Los comestibles, como los brownies o las gomitas, ofrecen una forma deliciosa y discreta de consumir cannabis.
Alternativamente, las tinturas y aceites pueden ingerirse directamente o agregarse a alimentos y bebidas. Para aquellos que todavía disfrutan del acto de fumar sin humo, los vaporizadores ofrecen una experiencia más suave y potencialmente menos dañina.
Alternativas a la inhalación de tabaco
Ah, la temida adicción al tabaco. Si está buscando liberarse de las garras del humo del tabaco, existen alternativas para usted. Las terapias de reemplazo de nicotina, como chicles, parches y pastillas, pueden ayudar a satisfacer esos antojos sin el dañino humo.
Para aquellos que todavía disfrutan del ritual de fumar, los cigarrillos electrónicos o los cigarrillos electrónicos ofrecen una opción menos dañina al calentar un líquido y producir un vapor para inhalar. ¡Solo recuerda, se trata de encontrar lo que funcione mejor para ti y tu viaje hacia una vida libre de humo!
En conclusión, es fundamental reconocer las diferencias entre el humo de cannabis y el humo de tabaco. Si bien ambos tienen efectos en la salud y presentan riesgos, sus composiciones químicas y los impactos sociales y legales asociados varían significativamente.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las diferencias principales entre el humo de cannabis y el humo de tabaco?
La principal diferencia entre el humo de cannabis y el humo de tabaco radica en su composición química. Mientras que el humo de cannabis contiene cannabinoides, como el THC, el humo de tabaco contiene nicotina y una amplia gama de sustancias tóxicas y carcinógenas adicionales.
¿Cuáles son los efectos en la salud del humo de cannabis y el humo de tabaco?
Los efectos en la salud del humo de cannabis y el humo de tabaco pueden variar. El consumo de humo de cannabis puede tener efectos psicoactivos, afectar la memoria y la cognición, y potencialmente aumentar el riesgo de problemas respiratorios a largo plazo. Por otro lado, el humo de tabaco está relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular, cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
¿Cuáles son algunas alternativas al consumo de humo de cannabis y tabaco?
Existen alternativas al consumo de humo de cannabis y tabaco. Algunas opciones incluyen el uso de vaporizadores, comestibles de cannabis, aceites y tinturas, así como el uso de productos de terapia de reemplazo de nicotina para aquellos que buscan dejar de fumar tabaco. Estas alternativas pueden reducir los riesgos asociados con el consumo de humo y ofrecer opciones más seguras y saludables.
people line up early morning in front of a pharmacy to buy marijuana in Montevideo, on July 19, 2017.
Pharmacies in Uruguay start selling marijuana from Wednesday under the final phase of a four-year-old law that made the small South American country the first in the world to legalize pot from production to sale. / AFP PHOTO / MIGUEL ROJO
El gobierno uruguayo y las empresas productoras de cannabis trabajan para poder abastecer a los consumidores
Los consumidores de marihuana que se registraron para comprarla de forma legal en Uruguay insistían en un reclamo desde que comenzó la venta, en 2017. Las flores que se vendían en las farmacias –una de las tres opciones reguladas– no tenían la cantidad de tetrahyrocannabinol (THC) que pretendían. Ante el reclamo, el Instituto Nacional de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) promovió la inclusión de una nueva variedad, con una mayor proporción de este componente psicoactivo, que genera un efecto mayor al consumir las droga (“más pegue”, en la jerga).
Esa nueva variedad gamma tiene un 15% de THC, un porcentaje superior al 9% de las otras dos que ya se vendían en farmacias (alfa y beta). A fin de año, los locales comenzaron con la comercialización de estos paquetes y las ventas se duplicaron al punto que ahora hay un problema de stock.
Las ventas superaron las expectativas del mercado y fueron mayores a las proyecciones iniciales, informó el Ircca en un comunicado. “Esta fuerte demanda ha generado algunos problemas en los inventarios y stocks, que están ocasionando dificultades” para cumplir con los usuarios, dice el texto que difundió el instituto.
Tanto el Ircca como las empresas productoras de cannabis trabajan para revertir este problema y “poder dar respuesta a este fuerte crecimiento del mercado” y así lograr cubrir la demanda.
En las primeras 19 semanas con la variante gamma en el mercado, se vendieron 1.460 kilos de marihuana, 712 más que el el mismo período del año anterior. El director del Ircca, Juan Ignacio Tastás, declaró a Búsqueda que entre el 85% y el 90% de estas ventas responden a la variante gamma.
El jerarca se mostró satisfecho con el impacto que provocó la variante gamma, porque eso implicaba quitarle usuarios al mercado ilegal. El gobierno no se favorece con este mayor consumo sino que busca que “la gente que consume en mercados no legales tenga una opción legal a la que recurrir”, con controles sanitarios y una buena calidad en las flores.
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En Uruguay hay tres vías para acceder a la marihuana con fines recreativos de forma legal: la compra en farmacias, la membresía a un club cannábico y el autocultivo.
Hasta el momento, hay 37 farmacias habilitadas para vender marihuana, una opción que tiene 62.288 adherentes. Unas 14 mil personas se registraron para el cultivo doméstico y hay 312 clubes cannábicos, con algo más de 10 mil miembros.
El ritmo mensual de personas que se registran para comprar en las farmacias habilitadas aumentó a partir de la llegada de la variante gamma, informó Tastás. Antes de que esta posibilidad sea autorizada, se inscribían unos 350 nuevos usuarios por mes, pero desde fines del año pasado se anotaron 873 en diciembre, 1.813 en enero, 2.608 en febrero y 3.240 en marzo.
En diciembre, cuando se comenzó a comercializar el producto, el presidente del Centro de Farmacias del Uruguay, Enrique Padial, proyectaba que volvería a esos locales “gran parte del mercado que había desaparecido”, según declaró en el programa radial En Perspectiva. Uno de los motivos para hacer ese pronóstico era que el precio de venta de la variante gamma es “sensiblemente inferior” al valor de venta en un club cannábico.
Los paquetes de cinco gramos de la variante gamma vale 460 pesos uruguayos (USD 12), al tiempo que las otras dos opciones tienen un precio algo inferior. La beta cuesta 440 pesos uruguayos (USD 11,5) y la alfa 420 pesos uruguayos (USD 11).
Padial destacó que la rentabilidad de la venta de marihuana en las farmacias es buena y “satisface la necesidad económica”. “Es una forma de ayudar a nuestras alicaídas de caja. Lamentablemente las farmacias desde hace bastante tiempo hemos ido perdiendo posición en la venta de medicamentos (…) Nuestro mercado se ha ido reduciendo y por eso con el tiempo las farmacias se han ido transformando”, dijo el empresario farmacéutico.
La política del gobierno en materia de cannabis pretende promover la salud y el desarrollo económico, según aclaró el ministro del Interior, y no el consumo recreativo no regulado. El nuevo ministro del Interior se mostró dispuesto a explicar en detalle su política de descentralización, que se ha enfrentado al escepticismo de los críticos.
El viceprimer ministro y ministro del Interior, Anutin Charnvirakul, explicó con detalle la política del Gobierno en relación con el cannabis como medio de promover la salud y el crecimiento económico, subrayando que no se trataba de fomentar el consumo recreativo no regulado.
Anutin, líder del partido Bhumjaithai y ministro de Salud Pública en la anterior administración, dijo que su partido había presentado en la anterior sesión parlamentaria un proyecto de ley sobre la regulación del cannabis que fue desestimado.
Afirmó que el Partido Bhumjaithai volverá a presentar el proyecto de ley al Parlamento actual para promover el cannabis por sus beneficios médicos, sanitarios y económicos.
El ministro Anutin dijo que el discurso en torno a la legalización del cannabis se ha enturbiado con debates sobre el uso no regulado. Por ello, ha pedido a todas las partes que dejen de difundir esta idea errónea.
CHARNVIRAKUL, EXPLICÓ CON DETALLE LA POLÍTICA DEL GOBIERNO EN RELACIÓN CON EL CANNABIS COMO MEDIO DE PROMOVER LA SALUD Y EL CRECIMIENTO ECONÓMICO, SUBRAYANDO QUE NO SE TRATABA DE FOMENTAR EL CONSUMO RECREATIVO NO REGULADO
La política del gobierno bajo el Ministerio del Interior está reintroduciendo el concepto de Gobernador CEO para la administración provincial. Según el Ministro del Interior, este concepto de trabajo, que sitúa a los gobernadores provinciales como CEO de cada provincia, mejorará la agilidad de las administraciones locales y los servicios públicos.
Sin embargo, esta política ha recibido críticas del partido Move Forward, que la considera un avance hacia la centralización y no hacia la descentralización. El ministro del Interior dijo que estaba dispuesto a explicar la política para aclarar cualquier malentendido.
Uso de THC en Cuidados Intensivos: Un cambio de paradigma en el tratamiento del estrés psicológico y metabólico
En una era donde las alternativas terapéuticas están e constante evolución, los médicos están empezando a explorar nuevas vías para tratar a pacientes en condiciones críticas. Un reciente estudio realizado en Alemania revela que los cannabinoides, en particular el THC (tetrahidrocannabinol), están siendo empleados en unidades de cuidados intensivos (UCI) para reducir el estrés psicológico y metabólico en pacientes críticos.
El estudio implicó una encuesta realizada a 662 médicos que trabajan en UCI por todo Alemania. De estos, 67 médicos participaron en la investigación. La encuesta buscaba analizar la frecuencia y el régimen de la terapia con cannabinoides iniciada por los médicos participantes en los dos últimos años al momento de la encuesta.
Según los investigadores de la Clínica del Dolor de la Facultad de Medicina de Hannover en Alemania, 22 médicos habían utilizado cannabis en algunos pacientes durante el período de dos años estudiado. Dronabinol, con dosis que varían entre 1 y 20 mg, fue el cannabinoide preferido.
Indicaciones y eficacia
Los médicos reportaron una variedad de razones para emplear la terapia con cannabinoides. Entre las más citadas se encuentran el alivio del estrés metabólico y psicológico, seguido por el dolor y las náuseas o vómitos. Además, se mencionaron beneficios en el ahorro de medicamentos, lo que podría tener implicaciones significativas en la gestión de los recursos médicos y farmacéuticos.
Seguridad y reservas
Es fundamental señalar que no se reportaron problemas de seguridad relevantes en relación con el uso de cannabinoides en las UCI. Sin embargo, las principales reservas citadas por los médicos para no emplear esta terapia incluyeron la falta de experiencia personal, evidencia científica limitada y lagunas en el conocimiento actual.
El uso de THC y otros cannabinoides en el entorno de la UCI está comenzando a ganar tracción entre los médicos alemanes, según esta reciente encuesta. Aunque la base de evidencia es todavía limitada, los resultados preliminares sugieren que podría haber un lugar para los cannabinoides en el tratamiento integral de pacientes en estados críticos. Sin embargo, es crucial continuar con más estudios para confirmar la eficacia y seguridad de esta forma emergente de terapia.
Cultivar en interior es igual de sencillo que hacerlo en exterior. Cuenta con grandes ventajas como la de poder ofrecerle a las plantas un ambiente óptimo en cuanto a temperatura y humedad. No existirán días nublados o lluviosos. Las plagases relativamente fácil mantenerlas alejadas de nuestro interior y en todo caso, son menos numerosas. Y sobre todo, es rentable si tenemos en cuenta los precios que se manejan en el mercado negro. Y especialmente en fechas de pandemia como las que vivimos.
Las desventajas de un cultivo interior
Ventilación para cultivar en interior
Pero también cuenta con grandes desventajas. Las más conocidas son la inversión inicial en todo lo necesario para comenzar un cultivo (armario, iluminación, ventilación, sistema anti-olor, etc.), además del consumo eléctrico que supondrá mes a mes hacer crecer y florecer las plantas.
Porque que nadie te engañe, cultivar cannabis en interior con un consumo bajo es imposible si se quieren obtener buenos rendimientos. A fin de cuentas es lo que todo cultivador de interior desea.
La importancia de la ventilación para cultivar en interior
La iluminación es sin duda alguna el pilar de cualquier cultivo interior. Es en algo en lo que no se debe ahorrar y siempre se debe optar por algo acorde al espacio de cultivo. Existen equipos completos muy económicos compuestos por lámpara, balastro y reflector, que aunque no sean lógicamente de la mejor calidad, cumplirán perfectamente su función.
Al fin y al cabo los rendimientos de un cultivo dependerán de varios factores. Y la iluminación aunque el más importante, es tan sólo uno de ellos.
Ventilación para cultivar en interior
Tras la iluminación, el sistema de ventilación es lo segundo más importante. Las plantas de cannabis consumen gran cantidad de CO2. En exterior el suministro de CO2 es ilimitado.
Pero en interior las plantas llegan a agotar rápidamente el que tienen disponible. Es por ello que se debe renovar regularmente el aire del interior, por aire fresco cargado del CO2 del exterior y tan necesario para el desarrollo de nuestras plantas.
Un sistema de ventilación consta de un extractor, un intractor (prescindible en algunos casos) y un ventilador (muy recomendable).
Además, los sistemas de iluminación y especialmente las lámparas de alta intensidad (vapor de sodio, halogenuros metálicos y LEC), elevarán la temperatura. Y dependiendo de la época del año, ésta puede ser fatal para las plantas si sube en exceso. El sistema de ventilación también se usará para evacuar todo este aire caliente para sustituirlo por uno más fresco.
La extracción de aire
En extractor debe ser lo suficientemente potente para garantizar un buen flujo de salida del aire. Conviene además que sea un modelo centrífugo ya que los axiales, aunque lleguen a mover gran cantidad de aire, no soportan un filtro de carbón anti-olor en el caso de que el olor sea pueda llegar a ser un problema.
Para hacer un cálculo rápido sobre qué flujo de extracción es el adecuado, se debe calcular el volumen del armario en m3 y multiplicarlo x60. A la cifra resultante súmale la mitad y en m3/h, tendrás el volumen necesario.
Ventilación para cultivar en interior
Por ejemplo en un armario de 100x100x200cm, tendríamos que calcular el volumen, que serían 2m3. Después lo multiplicaríamos x60 minutos. El resultado sería 120m3/hora. Finalmente, le sumaríamos la mitad, es decir 120+60.
Así que cualquier extractor con un flujo de 180 m3/h sería apropiado. Realmente nos podría servir uno de 120m3/h, pero siempre se suma la mitad para compensar la pérdida que se pueda sufrir con el filtro de carbón, longitud del conducto de salida, curvas del conducto, etc.
La intracción de aire
Un intractor sería un extractor de aire pero orientado de tal modo que el aire circule de fuera hacia dentro del armario. La intracción cuando se trata de pequeños armarios de cultivo, puede ser prescindible. Suele ser suficiente con la intracción pasiva, es decir el aire que entra por ventanas y cremalleras del armario forzado por el extractor. Pero nos referimos a armarios inferiores a 100x100cm.
En armarios de un tamaño superior, ya es recomendable usar un extractor para que no haya déficit de CO2 en el interior del armario. Normalmente es suficiente con un extractor que ofrezca un 50-60% del caudal de extracción.
Se suele usar la fórmula del mismo modelo que el extractor, pero un diámetro inferior. Es decir que si por ejemplo como extractor de salida tenemos un RVK de 150mm, con extractor de entrada nos llegaría con un RVK de 125mm o algún otro de un caudal similar.
En cuanto al ventilador interior, ayudará a refrescar las puntas de las plantas por su proximidad a la iluminación. Además de por supuesto remover el aire interior. Las plantas además crecen más sanas y robustas con un flujo constante de aire que las haga balancearse.
Ventilación para cultivar en interior
También ayuda en muy gran medida a evitar hongos como oídio, mildiu, botritis y damping off. Y el leve balanceo que produce en las plantas, hará que refuercen sus tallos y sean más resistentes. Un pequeño ventilador de pinza no es nada caro y aunque tienden a estropearse relativamente bastante a menudo, merecerá siempre la pena.
Como debería funcionar un sistema de ventilación en interior
El sistema de extracción e intracción de aire podremos hacerlo funcionar con intervalos. Para ello será necesario un termo hidrómetro y un programador. Con el termo hidrómetro, siempre situado a la altura de las puntas de las plantas, nos permitirá visualizar la temperatura. Cuando ésta supere los 27-28ºC, el sistema de extracción/intracción debería ponerse en funcionamiento.
Con un programador podremos ajustar la frecuencia de funcionamiento del extractor e intractor para mantener una buena temperatura. De todos modos si la temperatura está dentro de unos valores óptimos, extracción e intracción deberían funcionar al menos 15 minutos cada hora, para garantizar un buen suministro de CO2.
El ventilador interior por otro lado, sería ideal que funcionase continuamente, sin interrupciones. Como ya comentamos, ayudará a mantener más frescas las puntas de las plantas evitando quemaduras, además de que las plantas lo agradecerán enormemente.
Recuerda, la ventilación es muy importante, tanto como la iluminación
Ventilación para cultivar en interior
Recordemos que uno de los principales alimentos que las plantas extraen del aire es el CO2, que en un ambiente cerrado y estancado, consumen rápidamente, y si no hay CO2, el crecimiento se detiene.
Para asegurar un aporte constante de CO2 hay que renovar constantemente el aire y removerlo entre las hojas. Asimismo, en una buhardilla, el calor, durante los meses de verano puede sobrepasar tranquilamente los 40 grados o mas, lo cual tampoco influye positivamente en el crecimiento.
Estos dos conceptos nos dan una idea de la importancia de una correcta ventilación en interior. La combinación de CO2, agua y nutrientes, es indispensable a la planta para la formación de la clorofila y los carbohidratos, a la vez que liberan oxigeno durante el proceso, llamado Fotosíntesis.
En exterior, este problema no existe, pues la misma brisa se encarga de renovar constantemente. Pero en interior, si no hay una renovación constante, el crecimiento o la floración, se detienen.
Con una buena ventilación también controlaremos la temperatura y la humedad. Tengamos presente que una lampara HPS emite mucho calor, que debemos añadir a la temperatura ambiente, la cual, en el interior del indoor, puede pasar de los 50 grados.
Ventilación para cultivar en interior
En estas condiciones, las plantas transpiran mucho, y buena parte de su energía se va en contrarrestar el calor, lo que se traduce como menos cogollos.
Otro factor es que altas temperaturas y demasiada humedad son caldo de cultivo idóneo para la aparición de plagas y hongos, problemas todos solucionables con una buena ventilación.
El aire debe ser movido mediante un ventilador en el interior del sistema, para asegurar que el aire fresco llega a todo el jardín.
El sistema necesitar de una entrada de aire, que puede venir del exterior mediante succión y filtrado o desde la misma estancia donde se instale el montaje si esta es suficientemente amplia y ventilada. Se hace necesaria una salida de dicho aire mediante un extractor al exterior o a un segundo montaje y de éste otra al exterior.
La buena ventilación para cultivar en interior es imprescindible al igual que la buena iluminación.
Los estudios sobre la eficacia de medicamentos con cannabinoides para el cáncer o el dolor crónico se multiplican por ocho en el mundo desde 2010 mientras aquí siguen limitados al no haberse legalizado el uso medicinal de la marihuana
El interés de la ciencia y la medicina por las propiedades terapéuticas del cannabis no para de crecer. Desde 2010, se han multiplicado en el mundo casi por ocho los ensayos clínicos que estudian la viabilidad de medicamentos de cannabis para el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la epilepsia o el dolor crónico. En España, sin embargo, no se ha producido tal proliferación debido a la falta de una regulación del cannabis medicinal, que dificulta mucho los trabajos científicos, según los investigadores.
Un informe de la principal empresa de datos que opera en la industria legal internacional del cannabis, Prohibition Partners, al que ha tenido acceso Público, refleja que el número de ensayos clínicos con medicamentos hechos en el mundo con componentes de esa planta ha pasado de 8 en un año a 60, lo que supone un incremento del 650% entre 2010 y 2022.
Cerca de la mitad de los 440 ensayos registrados en ese periodo se ha centrado en el tratamiento del dolor causado por diversas afecciones, como la fibromialgia, el cáncer o el Parkinson, y principalmente casos de dolor crónico o neuropático, el 46%. No obstante, según el informe, en los últimos años ha habido un aumento notable de ensayos clínicos que estudian los beneficios potenciales de los medicamentos de cannabis para el tratamiento de trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad.
El estudio de Prohibition Partners refleja, además, que los medicamentos que se estudian en estos ensayos clínicos contienen una gran variedad de cannabinoides (componentes del cannabis), aunque en la mayoría (el 34,5%) se utiliza una combinación de los dos más conocidos: THC y CBD.
A la eclosión de estos ensayos ha contribuido, sin duda, el estudio que publicó en 2017 la Academia Nacional de Ciencias de EEUU (NAS por sus siglas en inglés), que asesora en materia de ciencia a Gobierno, Senado y Congreso de ese país, y a su agencia espacial, la NASA. Tras analizar más de 10.700 publicaciones científicas, la NAS concluyó que ya existían “evidencias concluyentes o sustanciales” para afirmar que los cannabinoides son efectivos en el tratamiento del dolor crónico en adultos, como antieméticos para paliar los efectos de la quimioterapia y para mejorar los síntomas de espasticidad muscular de la esclerosis múltiple. Pero la Academia también recomendó a la comunidad científica seguir investigando a fin de recabar más evidencia científica acerca de la conveniencia del uso del cannabis en estas y otras afecciones.
La distribución territorial de los ensayos realizados es, sin embargo, desigual y con un país que destaca sobremanera sobre el resto, Estados Unidos, que aglutina el 54,1% de los trabajos. A continuación, se sitúan Gran Bretaña (13%), Canadá (7,7), Israel (6,8), Alemania (2,4), Italia (2,4) y Australia (1,9). Todos estos países cuentan con una regulación del uso del cannabis medicinal, de la que se benefician miles de pacientes que pueden acceder a un tratamiento con medicamentos o preparados a base de componentes de la marihuana.
España no llega ni al 1% de los ensayos con cannabis realizados en el mundo que aparecen en las tablas estadísticas de este informe. Y en una búsqueda en la base de datos del Instituto de Salud de EEUU (NIH), que registra la práctica totalidad de los ensayos clínicos que se llevan a cabo en todo el planeta, España aparece en menos de veinte. Más aún: de entre los 15 que se han completado, únicamente ha liderado dos. El resto eran estudios internacionales dirigidos por grupos investigadores de otros países.
De acuerdo con esa base de datos, la mayoría de los ensayos que se han hecho en España ya completados se han centrado en el tratamiento de la epilepsia con cannabidiol, aunque también se han llevado a cabo para estudiar la efectividad con el dolor oncológico y la esclerosis múltiple.
“Si lo comparamos con los ensayos clínicos que se están realizando en otros países, es una cantidad insignificante”, advierte Cristina García, profesora del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense, vicepresidenta de la Sociedad Española de Investigación con Cannabinoides (SEIC) y autora de más de 60 trabajos de investigación preclínicos sobre esa materia.
Son pocos ensayos, además, para un país que tiene una de las sociedades científicas más importantes y prolíficas del mundo en la investigación preclínica del cannabis, formada por más de 200 investigadores con una media de entre 30 y 40 publicaciones al trimestre y trabajos que han obtenido un gran reconocimiento internacional. Un país que, además, se encuentra entre los 11 primeros del mundo en producción de cannabis medicinal (23,4 toneladas) con cultivos autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), producción que tiene que ir por completo destinada a la exportación porque su uso no está aún aquí regulado, pese a que el Congreso de los Diputados se lo solicitó al Gobierno hace más de un año.
¿Por qué entonces no se hacen aquí más estudios clínicos para estudiar la viabilidad de estos medicamentos en pacientes? La investigadora Cristina García lo achaca a tres causas, básicamente: el desconocimiento de la comunidad médica española del potencial terapéutico del cannabis, motivado, entre otras cosas, por su ausencia en las materias curriculares de la universidad; falta de interés de las empresas que trabajan en el sector por hacer ensayos al no ver claro el retorno económico de esa inversión; y carencia de un marco legal regulatorio del uso medicinal de la planta.
A juicio de esta experta, la falta de regulación desanima a profesionales de la medicina a participar en ensayos clínicos por miedo a lo que pueda ocurrir trabajando con una sustancia ilegal, de cuyos potenciales beneficios terapéuticos, además, apenas tienen conocimiento. “La NAS, como conclusión de su estudio, recomendó hace unos años que había que hacer más investigación clínica para obtener más evidencia sobre el uso de cannabinoides. Era un mensaje dirigido a la comunidad científica que aquí, claramente, no se ha entendido mucho”, se lamenta.
Los obstáculos empantanan un estudio sobre el tratamiento del dolor
El Grupo de Trabajo de Cannabinoides de la Sociedad Española del Dolor (SED) también considera que la falta de regulación del cannabis medicinal supone un “gran impedimento” para la realización de ensayos clínicos. Y esta organización está conociendo de primera mano cuáles son esos obstáculos, porque lleva ya tres años a vueltas con un ensayo que puso en marcha en colaboración con el Observatorio Español del Cannabis Medicinal y la empresa Curaleaf para estudiar el tratamiento del dolor neuropático con cannabinoides, y aún no ha podido empezar los trabajos clínicos a causa de las enormes trabas burocráticas que debe afrontar.
El coordinador del Grupo de Trabajo, el anestesiólogo Jesús de Santiago, asegura que los requisitos que exige cumplimentar la AEMPS, organismo del Ministerio de Sanidad que autoriza y supervisa estos ensayos, no les han permitido aún poner en marcha el estudio clínico que prevén realizar en cinco hospitales de Barcelona, Madrid, Granada y Tenerife, con 50 pacientes que sufren dolor neuropático, a quienes se administrará durante un periodo de tres meses una mezcla controlada de CBD y THC.
La falta de regulación, según Jesús de Santiago, dificulta enormemente el transporte, el uso, toda la cadena que interviene en un ensayo clínico con una sustancia que no es legal en este país, aunque lo sea para uso medicinal en otros muchos del entorno. Y esas dificultades son las que encarecen, además, el ensayo y reducen su tamaño y, en consecuencia, la fortaleza de sus resultados y su extrapolación para la obtención de evidencia científica, ya que deben hacerse con pocos pacientes y escaso tiempo.
¿Qué consecuencias acarrea que no se hagan más ensayos clínicos con cannabinoides? El coordinador del Grupo de Trabajo de la Sociedad Española del Dolor lo tiene claro: “Esto lleva al desconocimiento, a que no vas a poder esclarecer el efecto de unos fármacos sobre el sistema endocannabinoide. Y eso repercute en los pacientes como posibles beneficiarios de esos medicamentos”.
“Herramientas terapéuticas seguras”
Cristina García sostiene que la investigación clínica realizada hasta el momento en el mundo ha dejado ya claro que los cannabinoides son unas “herramientas terapéuticas seguras” para pacientes de determinadas afecciones, aunque sea necesario seguir investigando para obtener una mayor evidencia científica.
Por su parte, la investigación preclínica, la que no se hace directamente con pacientes, ha demostrado, a juicio de esta investigadora, que el potencial terapéutico del cannabis es muy grande y variado: para el tratamiento del dolor, para la epilepsia, sobre todo en cuadros muy complicados, o la endometriosis, entre otras muchas afecciones. “Es una responsabilidad para quienes nos legislan favorecer la realización de ensayos clínicos que permitan a los pacientes beneficiarse de estos tratamientos y no tengan que recurrir al mercado negro como ahora, que es un sinsentido”, subraya.
La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó en junio de 2022 un dictamen por el que instó al Ministerio de Sanidad a que en el plazo de seis meses pusiera en marcha las medidas necesarias para permitir el uso del cannabis con fines medicinales. Según el acuerdo parlamentario, el cannabis debe ser prescrito por médicos especialistas de las enfermedades y dolencias autorizadas y dispensado en farmacias hospitalarias. Los casos de espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia, náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia, endometriosis, dolor oncológico y dolor crónico no oncológico, incluido el neuropático, fueron las indicaciones recomendadas para este uso.
Cumplido en diciembre el plazo dado por el Congreso, el Ministerio de Sanidad aseguró que estaba trabajando en el encaje normativo para permitir el uso medicinal del cannabis. Cinco meses después, José Manuel Miñones, el ministro que sustituyó en el cargo a Carolina Darías tras su marcha para presentarse como candidata del PSOE a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, pidió perdón por el retraso y aseguró en su primera comparecencia en el Congreso que antes de que terminara mayo presentaría el documento regulatorio. Pero la legislatura terminó ese mismo mes, al convocarse elecciones generales para julio, y todo ha quedado en el aire.
Subir el umbral del dolor y reducir el uso de opioides
Mientras la actividad política y legislativa siguen a la espera de que se invista a un presidente que forme un nuevo gobierno, la actividad científica no se detiene, para determinar, por ejemplo, cómo pueden actuar los cannabinoides para tratar el dolor que sufren miles de personas y que es el motivo de la mayoría de los ensayos clínicos que se llevan a cabo en el mundo con estos componentes. Jesús de Santiago explica que los cannabinoides actúan sobre los receptores del sistema endocannabinoide, los cuales se encuentran a lo largo de toda la vía de transmisión del dolor.
“La activación de los receptores del sistema endocannabinoide en las neuronas periféricas, espinales y supraespinales suprime la transmisión del dolor. Eso, por un lado. Pero además hay que tener en cuenta su vital importancia en el control del dolor a nivel supraespinal, es decir, de los procesos cognitivos. De hecho, el principal receptor del sistema endocannabinoide, el CB1, es el receptor acoplado a la proteína G más abundante en las terminaciones nerviosas del cerebro de los mamíferos. El CB1 es abundante en regiones del cerebro que regulan el dolor, el vómito, las emociones, el movimiento, la coordinación, el aprendizaje y la memoria y funciones cognitivas como la percepción que tenemos del dolor”, señala el coordinador del Grupo de Trabajo de Cannabinoides de la SED.
Según Jesús de Santiago, hay estudios que han concluido que los fármacos cannabinoides pueden subir el umbral del dolor, que pueden hacer que el dolor sea más tolerable. “A día de hoy, -dice este experto- existe suficiente evidencia para recomendar su utilización para el tratamiento del dolor crónico, aunque aún no en primera línea. De hecho, existen otros fármacos que pueden ser más efectivos y ofrecer menos efectos secundarios. En todo momento -recalca-, en el tratamiento con cannabinoides se ha de seguir las guías clínicas publicadas y siempre bajo el control y supervisión estricta del especialista en tratamiento del dolor”.
Otro de los potenciales beneficios del uso de cannabinoides es la reducción de las altas dosis de opioides que se administran a muchos pacientes con dolor crónico, un consumo que puede generar dependencia, ineficacia del tratamiento y también hiperalgesia, un trastorno de la sensibilidad que causa una mayor sensación de dolor, algo frecuente en pacientes oncológicos. Jesús de Santiago asegura que ya hay evidencia científica que demuestra la efectividad del cannabis para reducir la hiperalgesia, aunque, a su entender, se debe profundizar en esa vía con la realización de más ensayos clínicos que revelen su idoneidad.
“Los ensayos clínicos con cannabinoides han aportado que son eficaces en diferentes tipos de dolor crónico y que estos fármacos son relativamente seguros, obviamente siempre que sea bajo supervisión médica, comparados con otros tratamientos altamente utilizados en el tratamiento del dolor crónico, como son los opioides”, añade el coordinador del Grupo de Trabajo de la SED.
Lawrence Purkiss, analista de Prohition Partners y coautor del informe sobre el cannabis farmacéutico, considera que el estudio de los ensayos clínicos que se han hecho en la última década, y en particular en los últimos años, ofrece una magnífica visión de los posibles avances que se puedan producir en este campo en los próximos años. “Al analizar el panorama de las patentes junto con el registro de ensayos clínicos, queda claro que las posibilidades de nuevos tratamientos basados en cannabinoides son increíblemente amplias, con un interés significativo ya en áreas específicas”, explica.
El uso del aceite de semillas de cannabis para la piel lleva entre nosotros miles de años, te contamos el por qué.
El aceite de semillas de cannabis, también conocido como aceite de semillas de cañamo o hemp, ha ganado popularidad en la industria del cuidado de la piel debido a sus numerosos beneficios para la salud cutánea. Con propiedades hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias, este aceite natural se ha convertido en un aliado para aquellos que buscan tener una piel perfecta y radiante de manera natural.
Introducción al uso de aceite de semillas de cannabis para la piel
El aceite de semillas de cannabis, también conocido como aceite de semillas de hemp, es un producto natural que se obtiene de las semillas de la planta de cannabis. A diferencia del aceite de CBD o THC, el aceite de semillas de cannabis no contiene componentes psicoactivos y se utiliza principalmente en el cuidado de la piel.
El uso de aceite de semillas de cannabis en el cuidado de la piel tiene una larga historia que se remonta a miles de años. Civilizaciones antiguas como los egipcios y chinos reconocieron los beneficios de este aceite para mantener una piel saludable y radiante. A lo largo de los años, el uso del aceite de semillas de cannabis ha ganado popularidad gracias a sus propiedades hidratantes, nutritivas y antioxidantes.
Beneficios del aceite de semillas de cannabis para la salud cutánea
El aceite de semillas de cannabis es conocido por su capacidad de hidratar y nutrir la piel en profundidad. Sus ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico y el ácido oleico, ayudan a mantener la barrera protectora de la piel y retener la humedad, lo que resulta en una piel suave y flexible.
Gracias a su contenido de antioxidantes, el aceite de semillas de cannabis puede combatir los radicales libres y reducir los signos del envejecimiento, como arrugas y líneas finas. Además, ayuda a promover la producción de colágeno, que es esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel.
El aceite de semillas de cannabis contiene vitamina E, que es conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para fortalecer la barrera de la piel. Esto ayuda a mejorar su elasticidad y firmeza, reduciendo la apariencia de la flacidez y la piel suelta.
Aceite de semillas de cannabis para la piel
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del aceite de semillas de cannabis
Los antioxidantes presentes en el aceite de semillas de cannabis ayudan a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, que pueden acelerar el proceso de envejecimiento. Esto significa que el aceite de semillas de cannabis puede ayudar a prevenir la formación de arrugas y manchas en la piel, manteniéndola con un aspecto juvenil y saludable.
El aceite de semillas de cannabis también posee propiedades antiinflamatorias, lo que significa que puede ayudar a calmar la irritación y el enrojecimiento en la piel. Esto lo convierte en un excelente aliado para aquellas personas con piel sensible o propensa a reacciones alérgicas.
Cómo utilizar el aceite de semillas de cannabis para tratar diferentes condiciones de la piel
Aceite de semillas de cannabis para la piel de las manos
Si sufres de sequedad y descamación en la piel, el aceite de semillas de cannabis puede ser tu mejor aliado. Aplica unas gotas en las áreas afectadas y masajea suavemente para ayudar a hidratar y calmar la piel seca.
Beneficios del aceite de semillas de cannabis en el tratamiento del acné y las imperfecciones
El aceite de semillas de cannabis tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que lo convierte en una opción prometedora para tratar el acné y las imperfecciones. Aplica una pequeña cantidad de aceite en las áreas afectadas para ayudar a reducir la inflamación y promover la cicatrización. Las propiedades antiinflamatorias y calmantes del aceite de semillas de cannabis lo convierten en un tratamiento efectivo para la dermatitis y la psoriasis. Aplica el aceite en las áreas afectadas regularmente para ayudar a aliviar la picazón, la inflamación y la irritación asociadas con estas afecciones de la piel.
Conclusión: ¡Atrévete a probar el aceite de semillas de cannabis y sorpréndete con los resultados!
Aceite de semillas de cannabis para la piel
En conclusión, el aceite de semillas de cannabis (cañamo o hemp) es un verdadero tesoro para el cuidado de la piel. Sus propiedades hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias lo convierten en un aliado poderoso para mantener una piel perfecta y radiante. Ya sea que busques hidratación profunda, reducción de arrugas o alivio de condiciones cutáneas irritantes, el aceite de semillas de cannabis puede ser una opción natural y efectiva.
Recuerda tener en cuenta las consideraciones importantes al utilizarlo y experimentar con recetas caseras para aprovechar al máximo sus beneficios. Incorpora este valioso aceite a tu rutina de cuidado de la piel y disfruta de los resultados visibles y duraderos que puede proporcionar. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Preguntas frecuentes sobre el aceite de semillas de cannabis para el cuidado de la piel
¿El aceite de semillas de cannabis tiene efectos psicoactivos?
El aceite de semillas de cannabis se deriva de las semillas de la planta de cannabis, que no contienen los compuestos psicoactivos THC (tetrahidrocannabinol) y CBD (cannabidiol). Por lo tanto, el aceite de semillas de cannabis no produce efectos psicoactivos y es seguro de usar para el cuidado de la piel.
Aceite de semillas de cannabis para la piel
2. ¿El aceite de semillas de cannabis es adecuado para todo tipo de piel?
El aceite de semillas de cannabis es conocido por ser suave y adecuado para la mayoría de los tipos de piel, incluyendo piel seca, sensible y propensa al acné. Sin embargo, es importante tener en cuenta las reacciones individuales de cada persona. Si tienes alguna preocupación específica, es recomendable realizar una prueba de parche antes de usarlo en todo el rostro o cuerpo.
3. ¿Cuánto tiempo se tarda en ver resultados usando aceite de semillas de cannabis?
Los resultados pueden variar según la persona y la condición de la piel, pero muchos usuarios han informado mejoras visibles en la textura, hidratación y apariencia general de la piel en tan solo unas semanas de uso regular. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada individuo es diferente y los resultados pueden variar.
4. ¿Hay efectos secundarios conocidos del uso de aceite de semillas de cannabis en la piel?
En general, el aceite de semillas de cannabis es considerado seguro para el uso tópico en la piel. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar una reacción alérgica o irritación leve. Si experimentas enrojecimiento, picazón o cualquier otro tipo de irritación, se recomienda suspender su uso y consultar a un dermatólogo.
Es importante recordar que cada persona puede reaccionar de manera diferente, por lo que es fundamental probar el aceite de semillas de cannabis en una pequeña área antes de su uso generalizado.
En este artículo te contamos las formas de optimizar un cultivo de marihuana en interior. Será una manera excepcional de conseguir los mejores rendimientos posibles.
¿Por qué optimizar un cultivo interior?
Normalmente, cuando alguien decide dar el paso de introducirse en el cultivo de cannabis en interior, adquiere los elementos básicos para su desarrollo.
Lo mínimo para poder arrancar un cultivo es un armario de cultivo, una buena iluminación y un buen sistema de ventilación. También podemos incluir como básico un par de temporizadores para iluminación y ventilación, además de un termohigrómetro para conocer la temperatura y humedad.
Los motivos de optar por el equipo mínimo, suelen ser que nadie sabe hasta qué punto le enganchará el cultivo o cuáles serán los resultados. Y ese miedo frena el realizar una gran inversión inicial.
Pero generalmente, tras algunos cultivos, todo cultivador se atreverá a ir más allá y decidirá poco a poco ir optimizando su espacio de cultivo con el fin siempre de mejorar los rendimientos.
Todas las mejoras que se pueden hacer en un cultivo, no necesariamente serán un importante gasto de dinero. En ocasiones la inversión será mínima y merecerá la pena tal como veremos a continuación.
Controlador de temperatura
Se trata de un dispositivo que mide la temperatura de un espacio, en nuestro caso el interior del armario de cultivo. Cuando esta sobrepasa el límite seleccionado, el controlador activará automáticamente el sistema de ventilación.
Normalmente, los primeros cultivos se opta por un sencillo programador que se hace funcionar a intervalos (por ejemplo, 15 minutos apagado y 45 minutos encendido).
Estos rangos pueden ser suficientes, pocos o demasiados, ya que un cultivo interior siempre se verá influido por la temperatura exterior.
Con un controlador, la ventilación solo se accionará cuando sea necesario. Se evitará que días fríos la temperatura caiga por un exceso en el funcionamiento de la ventilación, o que en días calurosos las plantas pasen demasiado calor por un déficit de ventilación.
Nos podemos encontrar algunos controladores muy económicos a partir de unos 25 euros, así que vemos que la inversión en este caso es mínima.
Controlador de humedad
Poco que comentar una vez hablado del controlador de temperatura. En este caso, este controlador actuará automáticamente cuando la humedad caiga o exceda los parámetros fijados.
En caso de que caiga, se debería conectar a un humidificador. Y en caso de que la humedad exceda el límite establecido, se puede conectar al sistema de ventilación para que sea el extractor quien elimine ese exceso, o al deshumidificador.
El precio de los más económicos puede rondar los 25-30 euros, una inversión muy baja.
Riego automático
Regar las plantas es la tarea más frecuente, ya que los riegos suelen ser cada 2-3 días. E incluso diarios dependiendo de la fase de cultivo o la temperatura.
Así que tanto por ahorro de tiempo, como por desentenderse en determinado momento, un riego automático ayudará a optimizar un cultivo.
Hay que reconocer que un cultivo interior no deja de ser una actividad que en ocasiones nos puede llegar a privar de cierta libertad.
Pero las plantas sobrevivirán perfectamente varios días con los automatismos de la iluminación y ventilación. Pero no lo hará sin falta de riego.
Además, podremos aportar la cantidad justa y necesaria de agua, algo muy importante para la salud de las plantas.
Aporte de CO₂
El aporte controlado de CO₂ en cultivos de cannabis, puede llegar a aumentar los rendimientos en un 20%. Se emplea tan solo en la fase de floración y con una temperatura alta, de unos 31°.
Las plantas, ante condiciones de temperaturas elevadas, disparan el consumo de CO₂. Pero en un cultivo convencional, la cantidad de CO₂ ambiental no llega a los niveles que exigen las plantas.
Un aporte controlado hará que las plantas demanden más agua y nutrientes, además de que será posible usar más potencia lumínica. El resultado es plantas más productivas.
Cabe destacar que se podría considerar una técnica avanzada para optimizar un cultivo, ya que el aporte de CO₂ tiene que ser como decimos controlado. Un exceso podría ser perjudicial.
Iluminación LED
Actualmente, está más que asumido que las luces LED son las mejores por varios motivos. Además de consumir menos para producir más, trabajan a una temperatura bastante baja y duran años sin perder eficacia.
Un buen LED es caro, pero es la inversión más importante que se puede realizar para optimizar un cultivo. Y en menos de un año, estará más que amortizado.
Pero en el caso de querer llevar un cultivo más allá y cuando se opta por un aporte de CO₂ controlado, la mejor apuesta será alguno de los paneles con más alto PPFD, como el famoso Lumatek Zeus 1000W Xtreme PPFD CO₂.
Será un tándem perfecto para los que busquen optimizar un cultivo y llevarlo al nivel más alto.
Uso de aditivos y potenciadores
Con un abono de crecimiento y otro de floración, se cubrirán las necesidades básicas de las plantas y será suficiente para conseguir unas buenas cosechas.
Pero cada aditivo y potenciador que usemos, estaremos elevando los rendimientos entre un 1% y un 30% en algunos casos.
Por ejemplo, el uso de un simple estimulador de floración, aumentará el número de cogollos. Y un potenciador de floración, rico en fósforo y potasio, se encargará después de su engorde.
Pero existen otros muchos aditivos muy útiles, que aunque prescindibles, harán que las cosechas suban unos gramos. Desde un complejo enzimático que mantiene una buena salud del sustrato, hasta un suplemento de silicio, de carbohidratos, de vitaminas o de aminoácidos.
Al final todo suma, y si con lo mínimo se cosechan 300 gramos, con una gama completa de abonos se pueden cosechar 450 gramos, además de mejorar su presencia, aroma, sabor y hasta potencia.
Armario de madres y esquejes
Contar con un armario de madres es una gran ventaja para cualquier cultivador. En él, podremos además hacer esquejes y darles una pequeña fase de crecimiento, mientras el otro armario se dedicaría exclusivamente a floración.
Así, cada cultivo tan solo duraría lo que dure la fase de floración de la variedad cultivada, y sería posible sacar 6-7 cosechas al año con variedades de 7-8 semanas de floración.
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